viernes, 28 de marzo de 2008

Ley de la Selva

La tan promovida, por Alan García, Ley de la Selva no es una inocente propuesta del Ejecutivo para generar puestos de trabajo como tratan de vendernos. Para esto se ha implementado la Ley 28852 de Ppromoción de la Amazonía y los proyectos de ley 840, 1770 y 1992, que forman parte de de una estrategia de apropiación y explotación a gran escala de nuestros recursos naturales, los mismos que albergan no sólo petróleo, sino varios recursos que van desde los minerales, hidrocarburos, fauna y flora y el tan preciado agua, teniendo en cuenta que al paso que vamos, las zonas de concentración de recursos energéticos en el planeta son pocas y una de ellas es la Amazonía, de la que el Perú forma parte.
Pero dentro de la lógica del neoliberalismo salvaje, la explotación de las riquezas naturales y la utilización de mano de obra sin derechos y sometida, viene a ser uno de sus principales puntos neurálgicos y mediante esta explotación tener una mayor ganancia a corto plazo y una inversión menor, la que se va a multiplicar vastamente en comparación al capital invertido, sin importar el daño ecológico que se pueda hacer al planeta y tampoco si mañana, más tarde, se deja un espacio con agua contaminada, ríos muertos, campos sin vegetación y un mundo invivible. Solo importa el presente.
Actualmente en el Perú, con el gobierno en manos de los apristas, se han venido ejecutando acciones "legales" de destrucción y saqueo salvaje de los recursos energéticos, siendo amparados con Decretos y/o Leyes que son aprobadas en el congreso sin consulta a los peruanos y sin el apoyo de las bases, de las que se supone los congresistas son "representantes".
Y es dentro de este contexto que se busca, bueno, de alguna manera ya se viene aplicando, la denominada Ley de la Selva, la misma que cuenta con lobbies pactados desde hace unos años y aún desde gobiernos anteriores, preparando el terreno a García quien no propone sino ejecuta las órdenes dadas por las transnacionales y los EE UU.
Es dentro de este contexto que en el mes de octubre de 2007, Alan García publica un artículo en el diario el Comercio de Lima, titulado el "Síndrome del perro del hortelano" en el cual expone ampliamente la necesidad de "hacer trabajar" tierras y recursos "ociosos" como el agua, la foresta de la Amazonía, las minas que aun están sin explotar, tierras de cultivo, etc., los mismos que deberían ser puestos en manos de gente capacitada y con capital para que generen empleo, que todos bien sabemos son subempleos sin ningún tipo de derecho y siguiendo esta lógica expresa también la oposición que hacen algunos, unos cuantos, unos pocos perros del hortelano que se oponen al desarrollo y progreso del país, el mismo que alcanzaría este status si se vendieran, consecionan y expropiaran los terrenos de comunidades originarias, terrenos comunales, zonas de reserva y estatales que se encuentran "ociosos" entre ellos la tan preciada Amazonía...