viernes, 30 de enero de 2009

“Sobre un tronco de olivo", de Tawfiq Zayyad

Porque no tejo lana.
Porque todos los días estoy expuesto
a la orden de arresto;
y expuesta está mi casa
a que la policía la visite
para su “saneamiento”.
Porque no puedo comprar ni papel,
grabaré todos mis secretos,
sobre un olivo,
en el patio de mi casa.
Grabaré mi historia
y los actos de mi drama,
mis quejidos
encima del naranjal
y de las tumbas de mis muertos.
Y toda la amargura que he gustado,
que borrará
un décimo tan sólo de la dulzura próxima.
Grabaré el número
de cada trozo hurtado a nuestra tierra,
los límites y el sitio
de mi pueblo,
las casas de sus gentes destruidas,
mis árboles arrancados,
y todas las flores silvestres pisoteadas.
Los nombres de los que se han hecho maestros
en retorcer mis nervios;
los nombres de las cárceles,
toda clase de argollas
que me ataron las manos.
Grabaré los dosieres de mis guardias
y las injurias todas
vertidas sobre mí:
Escribiré: “Kufr Qasim, no te olvido”
Escribiré: “Der Yasín, hunde en mí tus recuerdos”
Escribiré: “Llegamos a la cima de la tragedia” [...]
(Mz. Montávez-Sobh, 1969: 33-34).