viernes, 11 de julio de 2008

9 de julio

Este paro, como todos los que hacemos, responden a las necesidades y demandas de la población de a pie, del ciudadano que no tiene beneficio alguno en este sistema inhumano en el que sólo algunos pueden decir que "viven bien" y eso claro, teniendo en cuenta que esos "beneficios" de los que esos "unos cuantos" creen gozar son relativamente "beneficiosos", ya que toda esa bonanza y felicidad comprística (porque el desarrollo actual se mide por la capacidad de comprar y comprar) es a costa de la contaminación de los ríos, los mares, el suelo, las nubes... de nuestra única casa: el planeta.
En este sentido el paro del 9, estuvo marcado básicamente por el poblador campesino, quien frente a las leyes decretadas en contra de la propiedad comunal de las tierras y en pro de la venta y expropiación de las mismas para la explotación de los recursos energéticos que se encuentran bajo el suelo que habitamos, salió a decir su voz, a decir lo que piensa y a decirle al gobierno aprista que la tierra encima, abajo y el cielo nos pertenece a todos y no se puede vender a nadie, que la Pachamama la defenderemos con todo y contra todo.
Como parte de estas acciones se bloquearon carreteras, demostrando que el paro agrario tuvo un consenso unánime y el 9, al llegar a la ciudad del Cusco irrumpieron con mucha fuerza, fuerza que estuvo precedida días antes por las marchas de pobladores campesinos de diversas partes de la región y la FARTAC, siendo una de las más contundentes la marcha realizada por los pobladores de Acomayo, Pomacanchi, Yanaoca y zonas aledañas, quienes hicieron sentir su voz de protesta en contra de las conseciones mineras que se vienen dando en todo el país y en especial en la región del Cusco.
Por otra parte hace unos 15 días se dió un despido masivo de los trabajadores que se encuentran laborando por SNP, a quienes se quiere hacer creer que la ola de despidos masivos sólo son unas "vacaciones", pero es un atentado al trabajador, producto del DL 1057 que atenta contra la ya precaria estabilidad laboral de miles de personas a nivel nacional. Además de estas demandas están la subida creciente del precio de los alimentos y de los combustibles, que si bien es cierto es una crisis mundial, el gobierno no hace nada para poder atenuarla en nuestro país, a pesar de contar con los recursos para poder abastecer a la población de alimentos y energía. Y es dentro de esta situación que las madres salieron a las calles ollas en mano demandando la mejora de la situación económica.
Paralelamente a la manifestación popular se armó, como ya venimos haciendo desde hace buen tiempo, el Muro de la Indiganción, en el que todos podemos expresar nuestras ideas, pensamientos y puntos de vista frente a las políticas que se vienen dando no sólo en el Perú sino en todo el mundo, pero al mismo tiempo tomó mayor fuerza por la coyuntura política que se vive en el país, resaltando las expresiones en contra del gobierno aprista que aprieta y aprieta al pueblo, acciones que son repudiadas mediante frases, dibujos y caricaturas, tal y como se dió el 9, hasta las 10 de la noche con una constante presencia de los pobladores cusqueños que expresaban su descontento y rechazo.
Finalmente este paro nos agrupo a todos, a todo el ciudadano de a pie, campesino y urbano, que vive y siente en carne propia las decisiones y acciones "locas y descabelladas" de este gobierno que es sólo una pieza más del engranaje, un peón más en el destructivo sistema neoliberal.