martes, 4 de marzo de 2008

el gato I

por mi cerebro se pasea,

lo mismo que en su apartamento,

un gato hermoso, dulce y fuerte,

cuyo maullido apenas se oye.


tan tierno y discreto es su timbre;

mas que su voz gruña o calme,

- tal es su encanto y su secreto -

siempre resulta rica y honda.


esta voz que alcanza y toca

mi más tenebroso fondo,

me colma cual amplio verso

y como filtro me alegra.


adormece los peores males,

todos los éxtasis convoca;

para musitar largas frases,

no necesita de palabras.


perfecto instrumento, no existe

arco igual que me estremezca

y que haga más regiamente

cantar mi cuerda más tensa


que tu voz, gato misterioso,

gato seráfico y extraño,

en que todo es, como en un ángel,

tan armonioso como sutil


charles baudelaire




el gato II




de su piel dorada y oscura

tal perfume brota, que un día,

fui embalsamado por haberlo

acariciado sólo una vez.


es mi espíritu familiar;

juzga, preside, inspira todo

desde la altura de su imperio,

¿por ventura es un mago, un dios?



cuando mis ojos hacia ese gato,

como atraídos con imán,

sumisamente se vuelven

y miro dentro de mi,


con estupefacción hallo

el resplandor de sus pupilas,

claros fanales, vivientes ópalos,

que fijamente me contemplan


charles baudelaire




algunos instantes





todas las tardes al volver del colegio
se quitan los zapatos y las medias
se ponen la pitita en los tobillos
y empiezan con el juego de todos los días
de todas las tardes
el mismo que tantos de nosotros también jugamos
son la 1:30 de todos los días, de cualquier semana de colegio en Willkarpay
ahí en el camino, en la lomadita las encontraremos...

y más allá,
siguiendo el camino hacia las alturas
se abre entre la corteza
una grieta de agua dulce
girtando con fuerza su poder...