martes, 4 de marzo de 2008

el gato II




de su piel dorada y oscura

tal perfume brota, que un día,

fui embalsamado por haberlo

acariciado sólo una vez.


es mi espíritu familiar;

juzga, preside, inspira todo

desde la altura de su imperio,

¿por ventura es un mago, un dios?



cuando mis ojos hacia ese gato,

como atraídos con imán,

sumisamente se vuelven

y miro dentro de mi,


con estupefacción hallo

el resplandor de sus pupilas,

claros fanales, vivientes ópalos,

que fijamente me contemplan


charles baudelaire




No hay comentarios: